Hola Maximiliano, Gracias!. Así es, en todos lados se cuecen habas... es triste, pero real, en cualquier sector. Sí me he enfrentado, y afortunadamente muy poco, pero no me he prestado a participar en nada, me doy la media vuelta y me voy... y trato de dejar muy clara mi posición al respecto. Callar y no decir las cosas... es también parte dle problema, es, como tú dices, poco moral... Saludos.

Hola de nuevo, Arturo. Creo que esto puede verse desde varios ángulos... por un lado en efecto, un proyecto no debe ni puede modificar sus objetivos, como dices, pues dejaría de existir y por otro lado, todo proyecto debe tener la capacidad de adaptarse. Y aunque los proyectos culturales generalmente están supeditados a recurso otorgado por terceros, me parece que es una obligación que los creadores de ese proyecto defiendan esa esencia de la que hablas lo más posible. Sin embargo, muchas veces creamos proyectos que contengan todas las características que exige quien de el recurso, solo por obtener recurso.... que es algo a lo que nos vemos obligados para tener recurso. Internamente nos volvemos creativos para hacer lo necesario, es decir, para , como dices, sacrificar lo menos posible, y seguir haciendo lo que queremos hacer. Nadie debería exigirnos cambiar objetivos o sacrificar cosas importantes, pero siempre debe haber margen de modificación y o negociación. No crees? Saludos.

Hola Arturo, sí, lo es. Te respondo mis ideas hoy más tarde sin falta. Gracias.

¡Hola Ivonne! Desde hace algunos años, ya varias universidades tienen la carrera de gestión cultural, sea carrera o maestría, virtual o presencial... si quisieras invertir en eso, desde la UAG, la UDG, el Claustro de Sor Juana, Ibero, Panamericana. Casa Lamm tiene diplomado, la Ibero también. Yo te recomendaría, dependiendo de esas prácticas que dices que has estado asumiendo, cursos, diplomados o inclusive charlas y conferencias que muchas son gratuitas en línea de esos temas específicos que haces, para acotar a lo que necesitas. Si tienes más dudas, o algo en específico, me quedo atenta. Saludos, ¡suerte!